DEBIDO A PROBLEMAS MUY SERIOS CON EL SERVIDOR DE PHOTOBUCKET, LAS FOTOGRAFÍAS DE ALGUNAS ENTRADAS NO SE VISUALIZAN O SE VISUALIZAN EN MALA CALIDAD... :(
DISCULPEN LAS MOLESTIAS

PORT DE BALÈS (1.755 m). CYCLING

2020/07/29

Mi quinto (5º) Port de Balès, uno de mis puertos favoritos de LE TOUR DE FRANCE desde la primera (1ª) vez que lo ascendí, allá por el año 2016, y desde MI ASCENSIÓN EN SOLITARIO el pasado año, mi "personal challenge" para seguir adelante...

Catalogado como HC o Categoría Especial de Le Tour du France, Port de Balès no lo pone fácil por ninguna de sus dos vertientes: desde la señorial localidad de Bagnères-de-Luchon (France) es algo más sencillo que desde Mauléon-Barousse (France) pero, como puerto de "hors catégorie", en la bicicleta nunca regalan nada... :O


SITUACIÓN
Haute-Garonne/Hautes-Pyrénées. Pirineos. France.




PUNTO DE PARTIDA
Cierp-Gaud.

Para llegar a Cierp-Gaud (France), ver GOOGLE MAPS.

CARTOGRAFÍA
Pyrénées Carte nº 5 Luchon 1:50.000. Rando Édition. Institut Géographique National.

MAPA


PERFIL


RESUMEN
ACTIVIDAD: Cycling.
DESNIVEL: 1.400 metros (+/-)
DISTANCIA TOTAL: 68 km.
TIEMPO TOTAL: 06:30 horas (incluyendo 02:00 horas de paradas).
DIFICULTAD TÉCNICA: Media.
El recorrido es 100% ciclable en bicicleta de carretera.
Desde la cima del Port de Balès hasta Ferrère (France), no existe nada de cobertura.

AGUA: Se puede comprar agua en algunos puntos del recorrido.

TRACK LOG GPS
Pinchad en estos enlaces:
- SPORTS TRACKER 20200729 PORT DE BALÈS
- STRAVA 20200729 PORT DE BALÈS
- WIKILOC 20200729 PORT DE BALÈS


CYCLING
Mi penúltimo PORT DE BALÈS lo realicé en solitario y el último en compañía de Martín el pasado año, pero este año aún no he ascendido "mi puerto por excelencia"... hasta que aparece mi nuevo compañero de cordada, tanto para la montaña como para las actividades "sobre dos ruedas"... ^_^

Mi historia con Jaume, LO TXAUME en FACEBOOK, comienza cinco (5) años atrás: el día 15 de octubre de 2015, Martín y yo ascendemos al Aneto por su vía normal del Glaciar de Coronas (PD-/250 m/50º máx) - Puente de Mahoma (F+/25 m/II+ máx), el primer (1º) Aneto para Martín y el tercer (3º) ANETO para mí... mientras tanto, Jaume está realizando la Cresta Superior de Llosás (AD+/400 m/IV-) al techo de Pirineos... :O

Pol, su compañero de cordada en esa jornada...



... Jaume de primero de cordada...


... hasta alcanzar su noveno (9º) Aneto (3.404 m).


En ese momento, nosotros ya estábamos cruzando el Puente de Mahoma pero poco antes de alcanzar el Ibón Superior de Coronas, Jaume y Pol nos alcanzan y empezamos a charlar con ellos durante un buen rato... les hago unas cuantas fotos posando con la Cresta de Llosás y les comento si puedo publicarlas en MI BLOG y en MI PERFIL DE FACEBOOK, a lo que Jaume me pregunta: Cómo se llama tu BLOG??? Y así empieza esta historia... ^_^

Casi cinco (5) años siguiéndonos por FACEBOOK, él leyendo mis crónicas y yo, personalmente, "flipando" con las actividades que realiza y que ha realizado en su historia como alpinista, escalador y, por encima de todo, gran enamorado de la montaña y de Pirineos:

- Jaume realizó, con Mark Jackson, aperturas de vías en hielo en el Valle de Ballibierna (Huesca) y Valle de Barrosa (Huesca) en el año 1999.

- Jaume realizó, con Juan Gutiérrez, muchas aperturas de vías en roca en Sant Llorenç de Montgai (Lleida) en los años 2012 y 2013. La última vía que abrió, también con Juan Gutiérrez, la denominaron "Hotel Golondrina" (65 m/V+/A2) el 30 de diciembre de 2013.

- Jaume finalizó su proyecto de ascender todos los TRESMILES DE PIRINEOS el 30 de julio de 2014.


El 31 de Marzo de 2020, en pleno apogeo del confinamiento por el COVID-19, Jaume me manda un email contándome y preguntándome por proyectos futuros/pendientes y dándome su número de móvil, a lo que le llamo inmediatamente... charlamos un buen rato de un montón de historias y dejamos pendiente una salida para hacer montaña juntos en cuanto podamos.

Día 23 de Junio de 2020, en la cima del Malh de Bolard (2.753 m).



Cuando termina la jornada estoy emocionada, para mí Jaume es un "pro" de la escalada y de la montaña y poder hacer montaña con él en mis condiciones actuales es un privilegio y, por qué no decirlo, es un regalo... ^_^

Antes de despedirnos, hablamos de hacer alguna actividad en bicicleta juntos... y es que Jaume también es un apasionado de la bicicleta: estuvo compitiendo muchos años de joven, de los 9 a los 18, pero terminó un poco saturado y lo dejó casi casi por completo... ahora disfruta de la bicicleta pero aún con el "chip de la competición" en su cerebro y en sus venas... :O

Aprovechando un viaje obligado a Benasque (Huesca), decido llevarme la bici y probar a rodar un poco por allí, más que nada para seguir entrenando para que lo que se me viene encima... :O

Día 01 de Julio de 2020, en Llanos del Hospital (1.702 m).



Curioso, 15 de años de mi vida viajando a Benasque (Huesca) solo para ascender TRESMILES DE PIRINEOS y algunas otras montañas y ahora, a rodar con la bici y disfrutando, que al final es lo más importante en esta vida.

Día 18 de Julio de 2020, en la Hourquette d'Ancizan (1.564 m).



Jaume me comenta que le apetece mucho hacer algún puerto de montaña por "mi zona" y que le apasionan las rutas circulares... pienso en algunos puertos muy emblemáticos pero inmediatamente me viene a la cabeza mi Port de Balès.

Las cuatro (4) veces anteriores, siempre he ascendido el Port de Balès desde Mauléon-Barousse (France) pero, como mi compañero de cordada me propone hacer una ruta circular, decido que lo ascenderemos desde Bagnères-de-Luchon (France), que será mi primera (1ª) vez por esa vertiente, y descenderemos por Mauléon-Barousse (France).

La decisión de hacer la ruta circular en este sentido es, fundamentalmente, porque apenas hay tráfico por la vertiente de Mauléon-Barousse (France) y porque me gusta más la carretera, desde Bagnères-de-Luchon (France) es estrecha y hay bastante tráfico... otra historia será el descenso en sí, porque los primeros 11 kilómetros de descenso, las pendientes son del 10% de media... :O


Día 24 de Julio de 2020, en el Col des Ares (797 m) con Sergio Thomas.


Col des Ares (707 m) y Col de Buret (599 m) con pinchazo incluido, y eso que llevo tubeless, y vuelta al coche "a pata", 18 kilómetros con las calas y con mi TREK en mi mano derecha... :O

Tras llevar mi bici a reparación urgente y cambio del freno de disco/pastillas de freno delanter@s, me organizo con Jaume para la jornada del Port de Balès.

Día 29 de Julio de 2020, Jaume aparca delante de mi casa en Bossòst (Lleida) y tras cargar las dos bicis y todos los trastos en mi coche, nos movilizamos hasta Cierp-Gaud (France), donde aparcamos el coche bajo un cielo gris, ideal para no pasar tanto calor durante la jornada de hoy.

Desde aquí, comenzaremos a rodar en dirección a Bagnères-de-Luchon (France), donde comienza el Port de Balès, así nos dará tiempo a calentar un poco antes de comenzar la subida... ^_^

Una foto de Jaume antes de empezar.



Comenzamos a rodar en dirección a Bagnères-de-Luchon (France), con bastante más tráfico del que hubiéramos deseado a pesar del arcén existente en casi toda la D-125 y con un ligero ascenso de casi 200 metros.

Breve parada para beber agua...



... casi en Bagnères-de-Luchon (France).


Seguimos rodando y sin darnos cuenta (yo sí) llegamos al comienzo del Port de Balès (1.755 m)... como en esta vertiente coincide con el COL DE PEYRESOURDE, hay un cartel indicador del comienzo del Port de Balès pero no uno de su altimetría.

Un breve resumen del Port de Balès (1.755 m):
- Altitud de salida: 623 metros
- Altitud de llegada: 1.755 metros
- Distancia hasta la cima: 19,8 kilómetros
- Desnivel: 1.125 metros
- Pendiente media: 5,7%

Este puerto está catalogado como puerto de "Categoría Especial" en Le Tour du France.

Perfil del Port de Balès.



Y empieza el Port de Balès... vamos ascendiendo por la D 618, siguiendo el trazado del COL DE PEYRESOURDE, con muchísimo tráfico, con bastantes ciclistas en descenso y ninguno en ascenso.

Rodando me doy cuenta que la tija de mi asiento se baja con solo rozarla y para subirla tarda bastante, lo que supone tirar de mis cuádriceps más de lo que desearía... :O

Alcanzamos el desvío al Port de Balès por la D 51 y Jaume me comenta que si no le necesito, él aprieta un poco y me esperará en la cima y que si tengo algún problema que le llame... yo le digo que sí, tal y como ya habíamos hablado en el coche de camino a Cierp-Gaud (France).

Y curiosamente, es a partir de aquí donde empieza mi particular sufrimiento, a pesar de ir en solitario y a pesar de "no llevar la presión" de mi compañero de cordada, mucho más fuerte que yo... las primeras rampas son "mortales", del 13%, 12% y 10%, y además del problema con mi tija, mi último piñon se ataca y no cambia (!!!), lo que me machaca física y mentalmente en las rampas de mucha inclinación.

Parada obligada en Saint-Paul-d'Oueil (France) para beber agua y para recolocarme.



Bebo agua, respiro hondo y me mentalizo, lo cierto es que Port de Balès es un puerto de categoría especial de Le Tour du France ósea que por algo será... "Hoy te va a tocar sufrir mucho y ya sabes que en esta vida no regalan nada", mientras vuelvo a comenzar a pedalear.

Sufriendo voy alcanzando los diferentes pueblos con encanto de esta vertiente: Mayrègne (France), Caubous (France), Cirès (France) y Bourg-d'Oueil (France), famoso por su pequeña estación de esquí, donde la carretera gira casi 180º y el cartel existente me indica que me quedan 5,8 kilómetros a meta.

Desde Bourg-d'Oueil (France) los dos primeros kilómetros son llevaderos pero, a partir del siguiente kilómetro, rampas del 11% y 10% y el adelantamiento de un par de "ciclistas maduritos" con bici eléctrica me terminan de "machacar" el coco, pensando unas cuantas veces en pararme... a falta de unos 2 kilómetros para la cima, las vistas de los TRESMILES del Sector PERDIGUERO, entre ellos el Maupas, me dan un pequeño empujón y por fin diviso el Port de Balès, lleno de coches... un último sprint y alcanzo la meta, mientras Jaume me graba un vídeo y me dice: "Vamos valiente!!!"... ^_^

Nos felicitamos mutuamente y decidimos comenzar con la sesión de fotos mientras comentamos los TRESMILES que se observaban en la última parte del ascenso y los que se intuyen desde aquí.

En mi quinto (5º) Port de Balès...



... señalando el logo de www.bailandoconsarrios.com


Port de Balès (1.755 m).


Muchos ciclistas en el Port de Balès, como era de esperar... algún ciclista solitario al que le comento si le hago unas fotos de cima y él se ofrece a hacernos unas cuantas a nosotros.

Port de Balès (1.755 m)



Decidimos hacer una larga parada mientras comentamos la jugada y mientras bebemos agua y "degustamos" un par de barritas energéticas y un poco de chocolate negro, un largo momento de relax antes de comenzar la peor parte de la actividad para mí: el descenso... :O

Una mariquita (Coccinellidae) en mi TREK...



... desde otro ángulo...


... y con otra perspectiva.


Observando todos los carteles del Port de Balès...


... mar de nubes en la vertiente norte.


Que quede claro donde estamos... ^_^


Numerosos coches...


... TRESMILES...


... un poco más cerca.


CRABIOULES, GRAND QUAYRAT, PERDIGUERO, Portillón de Ôo, Seil dera Baquo, Spijeoles, Belloc... :O


Preciosas estampas, se ve la carretera por donde descenderemos...


... ahora en panorámica.


Debemos empezar a movilizarnos pero es que me cuesta mucho (!!!) porque ahora viene la peor parte de la actividad para mí... el descenso del Port de Balès hasta Mauléon-Barousse (France) es duro y por eso no me decido a comenzar a bajar y mucho menos que Jaume vea en directo lo despacio y lo tensa que desciendo en bicicleta... :O

Última foto en el punto más alto.



Tras charlar un momento con los tres ciclistas, de vacaciones haciendo puertos de montaña por esta zona, es hora ya de comenzar a descender el Port de Balès... :O

De camino al mar de nubes en la vertiente norte...



... recorriendo el espectacular Valle de La Barousse...


... y sin apenas tráfico.


Parada para recargar agua...


... en este lugar repleto de encanto...


... mientras una nueva amiga me inspecciona... ^_^


Parada para recargar agua y para que yo descanse mi brazo y mi mano derech@s, hemos bajado unos 4 (cuatro) kilómetros y aún nos quedan 7 (siete) kilómetros más al 10% de media... :O

Nos volvemos a poner en marcha y yo sigo muy muy concentrada, y eso que me conozco este descenso como la palma de mi mano... voy descontando kilómetros cada vez que veo un cartel en la carretera, notando que el dedo pulgar, índice y corazón de mi mano derecha se duermen (!!!) y soltando un poco los dos (2) frenos para relajar la mano cuando alcanzamos un falso llano o cuando veo alguna recta por delante.

Cruzamos la cancela que cierra la carretera en invierno a causa de la nieve y me relajo, he conseguido descender la peor parte del Port de Balès sin ningún incidente!!!

Nosotros en dirección a Mauléon-Barousse (France)...



... "Port de Balès OUVERT", por ahí hemos descendido.


Nos quedan algo más de 7 (siete) kilómetros a Mauléon-Barousse (France) pero ahora desciendo mucho más relajada, las pendientes en este tramo son muy llevaderas, ideal para descansar mi brazo y mi mano derech@s... ^_^

Durante el descenso, Jaume no para de decirme que le encanta esta vertiente, por su belleza, por su dureza y por la casi total ausencia de coches... y casi sin darnos cuenta, nos plantamos en el cartel indicador del comienzo del Port de Bales.

Foto obligada...



... con este "ciclista tan peculiar"... ^_^


Descendemos unos cuantos metros más hasta llegar a Mauléon-Barousse (France), donde nos hacemos muchas más fotos en el verdadero comienzo del Port de Balès.

"Port de Balès...



... 19 kilómetros de felicidad".


Y es que cada vez que vengo a entrenar por aquí, me acerco hasta este punto y le hago una foto al comienzo del Port de Balès... ^_^

Bebemos agua y continuamos en dirección a Siradan (France), donde enlazamos con la D-825 y seguimos rodando por ella hasta conectar con la D-125, que nos lleva de vuelta a Cierp-Gaud (France), donde está aparcado mi coche desde esta mañana.

Port de Balès conseguido!!!



Dejamos las bicis, colocamos todos los trastos en el coche y nos ponemos en marcha de vuelta a Bossòst (Lleida), donde pasamos a saludar a Martín antes de subir a Vielha (Lleida) a comer algo... tras la comida, vuelta a Bossòst (Lleida) para que Jaume recoja su coche y se ponga en marcha a su casa.

Con vuestro permiso, aquí os dejo las impresiones de Jaume en su primer Port de Balès:

El Port de Balès.

Allá por octubre de 2015, cuando nuestro Pirineo ya tenía sus primeras pinceladas blancas, una nevada había dejado las aristas a punto de caramelo para que un servidor y su colega Pol intentáramos subir al Aneto. Para Pol era su primer Aneto y para mí siempre era un placer subirlo por enésima vez lejos de las multitudes. Decidimos así subir al techo de nuestra querida cordillera por alguna ruta elegante que faltase. Para darle un poco de emoción al asunto y poder retirarnos del intento con algo de dignidad en caso de fracaso, nos plantamos en la Cresta de Llosás en una solitud que sólo puedes encontrar a finales de octubre. Tuvimos suerte. El tiempo nos respetó y llegamos a la cima poco antes de las tres de la tarde. Recuerdo perfectamente que me dio lástima ver cómo una cordada estaba ya marchándose de la cima y descendía el Puente de Mahoma. "No comentaremos la jugada con nadie esta vez. Mira, por ahí se marcha una cordada" le dije a mi colega.

Después de la sesión de fotos y una merendola en la cima, empezamos a bajar. Poco antes de llegar al lago superior de Coronas, alcanzamos a la cordada de la cima. Era una chica y un chico con los que enseguida hicimos buenas migas. "¿Qué tal? ¿Todo bien? ¿Nos hacéis una foto por favor? Os hemos visto antes pasando Mahoma...". Para no tener que usar el temporizador de la cámara, la chica de la cordada nos hace una foto con toda la Cresta Superior de Llosás y la entrada del Estasen a nuestras espaldas. ¡Toma foto guapa! La chica nos hace una con su cámara y me pregunta si me importaría que publicara esa foto en su blog. "Como quieras! ¿Qué blog es?. – Bailando con Sarrios. ¿Lo conoces?”. Y así empezó todo...

Desde ese octubre de 2015 hasta julio de 2020 no llega a cinco años, pero en este tiempo ha pasado de todo... nos ha pasado de todo. La vida da vueltas y revueltas hasta que te hace vomitar y los dioses, que deben haber danzando por ahí escribiendo nuestro destino, han hecho que Sara y un simple aficionado a la montaña vuelvan a encontrarse para empaparse de Pirineo.

Finales de julio de 2020. Caminar por el Pirineo no tiene precio, pero recorrerlo en bicicleta es ya un regalo. Sara y yo quedamos en Bossòst para darnos una vuelta por las carreteras del Pirineo francés. Mi época de ciclista pseudo-profesional pasó hace tiempo y ahora le doy a los pedales por puro placer. Así que le digo a Sara que se invente una circular chula para poner nuestros corazones a mil pulsaciones por minuto con buenas rampas y buenas vistas. Así pues, salimos de Cierp-Gaud en dirección a Bagnères-de-Luchon. ¡Increible, no hace calor! En Lleida ya deben rondar los 30 grados y aquí casi hace falta un forrito. En Bagnères nos desviamos a la derecha en dirección al Col de Peyresourde. Todavía hay mucho tráfico pero Sara me comenta que pronto cambiaremos de carretera y estaremos más tranquilos. Poco antes de Saint-Aventin cogemos la carretera D-51 y empieza la fiesta: se acaban los coches y empieza el Port de Balès. Una tranquila y estrecha carretera culebrea entre el bosque. Las primeras rampas me ponen fino y me ponen en mi sitio: el de los mediocres. A pesar de haber calentado desde Cierp-Gaud, las coronas del cambio trasero no paran de subir. Como me conozco y no me puedo aguantar, le comento a Sara que voy para arriba a mi ritmo a ver si lo encuentro... El ritmo que busco, no sé si estará en la cuneta muerto de asco, o ya jubilado para siempre pero, a pesar de todo, a medida que van pasando los kilómetros, voy mejorando. Me doy cuenta de que soy un puto y viejo motor de gas-oil. La chispa de la gasolina hace tiempo que me abandonó, pero todavía resisto. Me están a punto de petar los cuádriceps, la culata y alguna pieza más, pero todo cambia cuando cruzo los pueblos de Cirés y Bourg-d’Oueil. Son unas verdaderas aldeas con encanto, rodeadas de bosques y praderías de un color verde con todas las tonalidades posibles.

Después de Bourg-d’Oueil, empieza el festival. La carretera se vuelve todavía más estrecha y hace un giro de 180 grados. La pendiente aumenta, te pones de pie sobre los pedales, alzas la vista y flipas con la visión de un buen puñado de tresmiles. Maupàs por ahí, Spijeoles por allá... la vista es enorme y hace que se me olvide un poco que está a punto de petarme la patata. Por suerte, mi viejuno motor aguanta, voy encontrando un ritmo y adelanto a algún ciclista. Colegas anónimos que con un simple y sincero "Bonjour" hacen que te sientas un poco mejor. Voy subiendo y, como soy de la vieja escuela, no miro ni cuenta-kilómetros ni carteles de "cuánto falta". Pedaleo por sensaciones e instinto y creo que ya no debe faltar mucho. Se intuye un collado, sopla viento más frio... el Port está cerca. Parece mentira, pero ya han pasado más de 25 años desde mis carreras en bici, y todavía no me he quitado el puto chip de la competición. El "punch" final de coronar está cerca y hace que baje algunas coronas en el cambio. El último kilómetro es un disfrute. Soy un auténtico pardillo pero lo disfruto como el más profesional de los ciclistas. Cima del Port de Balès. "Click-clack": suelto pedales y apoyo la bici en el cartel de aluminio que reafirma que lo has conseguido. Trago de agua, bajan las pulsaciones y no puedes esconder esa anónima sonrisa que nadie ve y que te dice a tí mismo: "¡Muy bien chaval!".

Mientras Sara está en plena vivencia, me siento en la hierba. En la parte alta del Valle de Lys ya hace rato que se forma la tormenta y el viento trae gotitas de lluvia. Estamos a las puertas de agosto y se nota: turistas, caminantes, domingueros, motoristas, ciclistas y excursionistas de todas las edades se han acercado a este punto inicial para, cada uno, disfrutar del Pirineo a su manera. Cuando aprieta el viento, la gente desaparece. Es entonces cuando aprovecho para hacer alguna foto. Me considero un gran apasionado de la fotografía, pero siempre hago pocas fotos... echo de menos esa romántica época donde en casa cargabas en la cámara un carrete de 24 fotos y las racionabas como un tesoro. Cada vez que hacías un "clic" mantenías el pulso como si el momento fuera de vida o muerte y después, en tu cabeza, aparecía en letras mayúsculas la frase lapidaria "espero que haya quedado bien". Esa incertidumbre no tenía precio. Llegábamos a casa y en la cámara de fotos había 24 tesoros. Era primordial ir a la tienda a revelarlas antes que poner grasa en las botas. Qué época más gloriosa...

¿Por qué hacemos fotos? Parece ser una necesidad de reafirmarnos. Con cada clic de la cámara queremos decir "¡Yo estuve allí!" "He estado en este rincón de mundo... no os olvidéis de mi...". Captamos un momento, robamos un micro-segundo a un tiempo que no para. En plena era digital, todo aquello ya pasó. Los tiempos cambian, es inevitable.

¡¡¡Vamos valiente!!! Grito con mala leche. Por ahí llega Sara. También ella ha conseguido su propósito, su promesa, su determinación, y esa victoria nada ni nadie se la va a quitar. Fotos en el Puerto y charlamos de nuestras sensaciones. La meteorología nos respeta y sale un Lorenzo que lo inunda todo. La tormenta se ha deshecho. Nos sentamos para hacer una merendola en un banco de madera y charlamos de todo un poco, de nuestras victorias, de nuestros fracasos, de las segundas oportunidades y del milagro de estar vivos; de la vida en general. Afortunadamente estos momentos no pueden captarse con ninguna cámara. Tendremos que hacer el esfuerzo de intentar no olvidarlos.

El tiempo corre. Hay que bajar. Como no tenemos ninguna prisa nos lo tomamos con calma. Sara baja a su ritmo y yo me dedico a grabar secuencias y a hacer alguna foto. Nos lo pasamos muy bien. Entre baches, gravilla y vacas, la parte inicial parece una carrera de obstáculos. Un mar de nubes en la parte baja de Luchon nos acompaña, las vistas son auténticas. Pero todavía falta la traca final. A medida que perdemos altura, entramos en la niebla y en el bosque. Los kilómetros hasta Mauléon-Barousse son de gran belleza. No hay coches y todo es de frondoso bosque. A buen ritmo cerramos por fin esta bonita circular llegando a Cierp-Gaud. Mientras nos cambiamos y cargamos las bicis, sólo pensamos en que lo mejor está por llegar: una buena merendola en Vielha, pensado en la siguiente. Ha sido un placer...

Jaume


Y aquí, el vídeo de nuestro Port de Balès (1.755 m), grabado por Jaume y editado por la que suscribe:




Jaume, para mí también ha sido un placer... solo espero que repitamos en breve... ^_^

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Toma actividad guapa, fotos guapas y vídeo guapo!! Lo mejor: excelente tema de Héroes de cuando íbamos al instituto....
Otro día,.....Más!!
Lo Txaume.

Anónimo dijo...

Ya sé que juzgar a los demás no es apropiado ni conveniente, pero no es demasiado riesgo ir en bici con un solo brazo-mano?
Mi enhorabuena por la superación, pero me da miedo el verlo. No hay capacidad de reacción ante cualquier imprevisto.

Con respeto. Saludos,

Miguel

SARITA dijo...

Lo Txaume, el vídeo lo he editado con el material que tú te curraste, yo solo le he puesto la música, una de mis canciones favoritas de Héroes... ^_^

Espero que repitamos más y más veces... ^_^

Miguel, llevo ya más de un año haciendo puertos de montaña con un solo brazo, es verdad que mi capacidad de reacción es nula ante cualquier imprevisto pero por eso desciendo tan concentrada y tan despacio porque, en mi caso, los errores no están permitidos.

Gracias por tu comentario, en absoluto me lo tomo a mal, pero en una situación como la mía, qué harías?? Yo no podría quedarme sentada en casa sin hacer nada... la vida es adaptarse o morir y siento ser tan negativa pero no tengo muy claro qué porcentaje de movilidad recuperaré de mi brazo... nos guste o no nos guste la vida sigue y por eso no debemos dejar de hacer lo que nos apasiona, por muy complicado que sea...

Muchas gracias por la visita y por los comentarios.

Un cordial saludo.